lunes, 13 de febrero de 2012

Alpental, Snoqualmie Mount Baker National Forest

Lo prometido es deuda. Por fin, después de año y medio, vuelvo a las montañas.
Ha sido una semana de actividad variada, jueves y viernes en Honolulu,… de trabajo, no os vayáis a pensar, aunque con tiempo para hacer turismo express,...a Hawai no se va todos los días; sábado, bici, también después de bastante tiempo, me lancé a recorrer los carriles bici desde mi casa en Bellevue hasta Seattle, entre lagos y con las montañas de fondo (entre ellas un cuatro mil, que estimula bastante), es como el carril de Cabarceno de mi pueblo pero en plan rompepiernas, con continuos repechos, que para hacer bastante que no me subía a la bici me dejaron muerto, voy a tener que empezar a entrenar en serio, se me estaba olvidando eso de subir cuestas en bici (claro, un año y medio en Louisiana, donde lo más alto era el tejado de mi casa, me había hecho acostumbrarme mal).
 Lo que me ha llamado la atención es la cantidad de gente que hace deporte por aquí, corriendo, en bici, gente mayor, de la edad de mi madre, madres corriendo con el carrito del niño... y eso que el día era gris, frío y estamos en febrero,... ¡que será cuando llegue la primavera!. Esto sí que es lo que yo me esperaba de este país.
Y hoy domingo toca ir al monte, el hacer la mochila después de tanto tiempo tiene sensaciones especiales.

Después de googlear un poco y enredar por el foro de escaladores locales, decido irme a lo que tengo más cerca, ya habrá tiempo para ir abriendo horizontes. Por la carretera de cuatro carriles desde Bellevue, me subo en 45 minutos a Snoqualmie Pass y me dirijo a Alpental, una hora después de salir de casa ya estoy pateando con las raquetas made in USA que estreno y salgo como un cohete, como si hiciera año y medio que no pateaba monte.... y es verdad; al poco ya estoy sudando como un bellaco y tengo que reposar el ritmo, tranqui que hay mucho monte delante.


Pronto me doy cuenta que a una hora de casa estoy como sumergido en los Alpes, pero en el estado de Washington, altitud, poco mas de mil metros, nieve un paquetón, paisaje, alpino total, primera cascada, a 20 minutos del aparcamiento y sin gente a las nueve de la mañana, ¿qué raro? ¿Habrá muchas?, donde yo me se ya habría gente haciendo cola para subir.


Enseguida estoy sumergido dentro del bosque, en un ambiente idílico, esto me empieza a gustar, el día va abriendo según voy subiendo y llego a un plato desde donde tengo claro para donde dirigirme.


Por instinto tiro para arriba, y por precaución voy marcando la ruta con mi GPS, quien lo diría, yo que siempre fui un clásico, pero ahora uno se va haciendo mayor y hay que ir tomando precauciones y vivir con la tecnología, aunque perdamos un poco de aventura. Es terreno desconocido para mí y marcar rutas no está de más.
Por delante tengo a un grupo de traveseros y me esfuerzo por coger su estela, cuando lo logro y veo que van con piolos técnicos me digo que no voy desencaminado, a algún sitio irán a pinchar.
El día parece que va levantando un poco y como voy mas rápido (parece que después de tanto tiempo no voy tan mal como pensaba), les tomo la delantera, ya intuyo para donde hay algo interesante. Al enfilar al norte de la montaña que tengo delante me encuentro la primera cordada, un poco de charla y continúo....


sigo unas huellas y.... otra cordada en el primer largo, me acerco y charlo con el que esta asegurando y me pregunta “soloing North Face”,... pues va a ser que no, aunque me atrevería con ella, pero no es cuestión de empezar a hacer tonterías la primera salida, solo de exploración, estoy en el Chair Peak, cara norte, a pie de vía, casualidades de la vida, chapurreaba español, resulta que había estado 8 meses en Barcelona, me da su referencia del foro local y esperemos que sea un primer contacto en la zona. Les dejo y me voy rodeando la montaña con la intención de encontrar alguna otra ruta, pero parece que el Chair Peak no va a ser, no veo una ruta normal accesible, así que me dirijo a la montaña de al lado por una cresta, he dicho cresta...si de las que a mí me gustan.


Sin quererlo parece que, para no variar, me meto en mayores berenjenales de los que a veces quisiera, pero hay cosas que no cambian y no me puedo resistir.

 

El paisaje, con el monte Baker enfrente, muy alpino. Desde la atalaya a la que me he subido puedo ver toda la zona, estoy a unos 1800 metros, debajo lagos helados, paredes interesantes al fondo y muchas laderas y  valles por donde mis amigos los traveseros harían las delicias, no en vano se ve gente por todos ellos, eso sí, para venir por aquí hay que traerse unos buenos tablones, para poder navegar en estas nieves...


Y ahora viene la parte interesante, subir subí, pero hay que bajar. !Porque me meto a veces en estos líos si yo solo venia hoy de exploración!, pero las ganas pudieron mas. Cara al pared y a desandar lo andado....

Cuando regreso por debajo de la cara norte, los colegas aun están en el segundo largo.... un poco lentos no?.

Bajando al valle me adelanta gente esquiando por todas partes, aquí parece que toda la gente aproxima con tablas, lástima que mis rodillas ya no estén para esos trotes... y la realidad es que me empiezan a doler,... las pilas (de años que le van cayendo ya a uno).

casi abajo, en la primera cascada que encontré a la mañana, me encuentro dos cordadas pinchando. Luego en casa , leyendo el foro descubro que hay bastantes más por la zona.

Después de esta mi primera exploración en las montañas más cercanas y de la primera salida en bici, me parece que esto me va a gustar como para quedarme unos añitos, o sea, que ya podéis coger los trastos y las bicis y empezar a plantearos una visita...
La semana que viene me parece que me voy a explorar las faldas del  Rainier (4400m), ya os cuento...

Vengo de Cantabria, paraíso natural, diría que esto no le anda lejos.


Mas fotos:
https://picasaweb.google.com/jesuslarri/AlpentalSnoqulamieMtBakerNatForestWAFeb12#

Un saludo


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