domingo, 21 de septiembre de 2014

Forbidden Peak arista Este, 20 Septimebre 2014

Ya era hora y mucho hemos esperado para venir a escalar al PN de las North Cascades, sin duda donde se concentran muchas y de las mejores escaladas alpinas del estado.
Habíamos conocido recientemente a Gerry y John y nuestra primera salida había sido fiasco por el tiempo y sólo habiamos paseado el material, ahora sin duda nos hemos desquitado con un día espléndido, un lugar espectacular y ruta de las de disfrutar.
El Forbidden Peak tiene 2.687 m., se encuentra en el corazón del PN de las North Cascades y su arista Oeste está entre las 50 mejores de Norteamerica, con dificulatades hasta IV+, sin embargo nosotros hemos escogido la arista Este, mas aérea, con más dificultad técnica, mayormente V, con un paso de V+ y sin duda mas solitaria, al ir la mayor parte de las cordadas por la hermana más popular, pero que no es mas espectacular. Al ser Parque Nacional, la acampada esta restringida, requiere permiso en su base (Boston Basin) por lo que hemos salido de casa a las 4 y media de la mañana, con la idea de estar en la casa del ranger a las siete, cuando abren... a veces al que madruga Dios no le ayuda, ya hay cola y el ranger, después de izar bandera, nos dice que todos los permisos ya están dados el viernes, (la arista Oeste, al ser popular, está dentro de las ofertas de escaladas guiadas y las agencias copan los permisos)... deliberación rápida.... la previsión de tiempo es buena... nos vamos del tirón coche-coche, aunque bajemos de noche... paliza a la vista...para variar.
 Dejamos el coche a unos 1000m de desnivel, la cima la tenemos a casi 1.700 más, pero solo 200m de desnivel de ruta técnica, van a ser 13 horas en total de actividad para menos de tres horas de escalada técnica, en las fotos vais a ver que merece la pena.
Detrás de nosotros esta el Johannesburg, montaña sin accesos fáciles, sigue en nuestra lista de pendientes...
Como tenemos la agenda apretada, hemos salido del coche a las 8 y media (cuando las cordadas que lo hacen en el día salen a las cuatro), hay que volar.
Subimos por el bosque a mil por hora, en poco más de una hora estamos en Boston Basin (donde normalmente se tarda 2 horas o más y cruzamos la morrena del glaciar para acceder a la montaña por el sur.
Nuestra arista se ve todavía tan lejos
 y ...tan cerca con el zoom.

 Según ganamos altura vamos viendo los detalles de nuestra ruta, desde la cara sur de la montaña.
 Detrás el Johannesburg, parece que se va quedando más pequeño al ganar altura
Aún el glaciar nos deja bonitas vistas, accedemos por una canal, no hay ruta fija en las reseñas y dependiendo de la época se accede por donde se puede.


La ruta comienza en el primer gendarme, aquí nos ponemos los trastos, sólo hay 200m de desnivel hasta la cima, pero es un cuchillo por el que a veces se va literalmente a caballo, con los glaciares del sur y norte a cada lado y donde no vale el vértigo, muy expuesta, tanto para el primero como para el segundo de cordada. El registro gráfico nos da una idea del ambiente y vertiginosidad de la ruta.
Como vamos justos de tiempo, las dos cordadas vamos en ensamble casi toda la ruta, excepto en dos puntos muy concretos que aseguramos los dos pasos mas dificiles y expuestos.









Se van ganando varios gendarmes, en uno de ellos hay que rapelar, para continuar por la arista, con una dificultad muy mantenida, que no supera el V+ en el punto más dificultoso, en el grado justo para disfrutar...

La vista atrás, nos deja una buena idea del cuchillo por el que hemos transitado y lo que dejamos a cada lado.


En el último gendarme está el paso clave de la ruta de V+, cada cordada lo hacemos por un lado difierente, ésta es la llave para el final de la arista


y la cumbre.

 Detrás Eldorado y abajo el lago Moraine
 El día es espectacular, pero este pico la cumbre es la mitad, la bajada no es fácil y se reportan muchas enriscadas, hay que espabilar y no nos quedamos demasiado tiempo a disfrutar del día y las vistas, que bien se lo merecen, primero cinco rapeles por la cara Norte y luego una travesía incierta, buscando la ruta hacia un corredor que nos da acceso al primer gendarme de donde partimos.

A las seis y media iniciamos el descenso, en una hora el sol se esconde y a las ocho se hace de noche, lo justo para encontrar el paso, en la base de la morrena, al camino que por el bosque nos desciende al coche, donde llegamos a las nueve y media en la placidez de nuestros frontales.
Al final al que madruga Dios si le ayuda... si salimos de casa mas tarde, pensando que no hay problema con el permiso para acampar, no hacemos la ruta y nos ha permitido hacerla en un día,... bien completito.

domingo, 6 de julio de 2014

Camp Muir, Monte Rainier 5 Julio 14

Porqué hago una entrada en mi blog de un sitio al que ya he subido muchas veces, sin dificultad, reto, ni gran novedad?, pues porque la excursión ha servido para compartir y comprobar como, después de tantos años saliendo muchos fines de semana al monte y a disfrutar de la naturaleza, mi hija menor entiende el porqué de lo que nos llama allí arriba, viviiéndolo en primera persona y aprendiendo a valorar lo que es disfrutar de una puesta de sol y un amanecer, de lo que se contempla desde los lugares en lo alto donde llegas con tu esfuerzo, de lo que compartimos la gente de montaña, del esfuerzo que hay que poner para llegar a donde quieres.
Hoy hemos venido a acampar al campo alto del Rainier, a Camp Muir.
Hemos subido al atardecer, cuando no hay casi nadie, cuando se puede disfrutar de las marmotas que salen a dar sus paseos, cuando se contempla el atardecer y como el día da paso a la luna, como la oscuridad te deja contigo mismo y tus dudas de adonde vas...,cuando sabes que la oscuridad te va a envolver antes de llegar a tu meta del día.







 La subida iba dando paso progresivo del calor al frío, hasta ponernos toda la ropa que llevábamos, de las nieblas al cielo y nubes, del sol a la luna

Solo nos adelantaron tres personas con un reto significativo, venían desde Seattle en bici, salieron a las doce y del tirón después de seis horas y media de bici estaban de camino a la cumbre, del nivel del mar a 4.400m, reto admirable y admirable ver en las pocas palabras que intercambiaron cuando nos adelantan la normalidad como llevaban el reto, como si lo hicieran todos los días, gente de montaña.
También la acampada nos sirvió para darle estreno a la tienda, la bomba de las tiendas de montaña, cuando todas se cimbreaban con el viento en el campo alto a 3000m, la nuestra ni se resentía, un lujo de chalet. a ver si con ella vamos de una vez al McKinley

El amanecer, ya sabéis, que vamos a contar,





 y el descenso en proceso inverso, no en vano estamos en verano, pero pateando por los glaciares, que para eso tenemos el lujo de no estar tan lejos...


Inevitables miradas a lo que dejamos por la espalda....
Dedicado a esos compañeros que tenéis las hijas pequeñas, unos cuantos,....algún día os tocará compartirlo con ellas...paciencia.